Guarda el Secreto

Propera trobada:

10 de desembre del 2008,

a les 18h


Comentarem el llibre

Guarda el secreto,

manual para brujas

de Patxi Zubizarreta


(Ressenya i dades sobre el llibre procedents de la web del Centre de Comunicació i Pedagogia)

Título: Guarda el secreto. Manual para brujas.
Autor: Patxi Zubizarreta.
Ilustraciones: Elena Odriozola.
Editorial: Anaya.
ISBN: 978-84-667-6274-8.
Año y lugar de edición: 2008, Madrid.
Edad: a partir de 10 años.

Todas las cosas que se cuentan, existen; pero hay que mantener el secreto”.

Estas palabras, sus palabras, son las que dan vida a este libro de Patxi Zubizarreta con ilustraciones de Elena Odriozola. Palabras que una bruja, Graciana, enseña a una niña, Joana, junto con muchos otros aprendizajes que permitirán a la pequeña realizar muchas de sus ilusiones, de sus fantasías, de sus buenas acciones…; pero como en toda historia hay un inicio y un final.

El inicio es muy simple: nuestra pequeña Joana y su hermano Miguel viven en una casa sin ascensor; también vive en la misma casa, June, amiga de Joana. La vecina del tercero, la señora Graciana que es muy mayor y que, descubren, acumula basura en su apartamento, no es muy agradable con los niños de la pandilla de Miguel, quienes, por otro lado, se dedican a insultarla y tirar piedras a sus ventanas. La verdad es que la señora Graciana parece una bruja, y los niños tratan de evitarla. Sin embargo, Joana siente curiosidad y poco a poco se va acercando a ella, bien con la excusa de bajarle la basura, o con la excusa de las vacaciones. Hasta que un día la niña se decide a preguntarle si cree en las brujas. Graciana le contesta: “Todas las cosas que se cuentan existen, pero hay que guardar el secreto...”. Desde ese momento se hacen tan amigas que, el día en que Joana cumplía siete años, Graciana le obsequia, por medio de unos conjuros, con viajes en los que le descubre cosas maravillosas e increíbles: al hombre lobo y a la mujer ciervo, los gentiles, a las lamias…

Pero, además de presenciar hechos fantásticos, Graciana le regala cada día algún “cuento de vieja”, como ella los llama. Todo a condición de que guarde el secreto. Y así, por medio de cuentos le va enseñando los misterios de las leyendas vascas, sus personajes, trozos de la historia, mitos… Y de esta manera se va hilando un libro que tiene dos lecturas: una, lineal, es la que corresponde al hilo conductor en el que Joana va viviendo diversas experiencias, algunas poco agradables, y en las que llega a conocer lo que es la muerte con la aparición del señor Terror como ella lo llama; la segunda lectura es absolutamente libre, de manera que el lector o lectora puede escoger entre leer el libro página a página o bien hacer esta segunda lectura escogiendo a su gusto y por el orden que quiera un cuento, ya que los cuentos se intercalan con el hilo conductor sin interferir en el mismo. Además, para que quede bien clara la diferenciación de las dos líneas de lectura, hasta la tipología es diferente: más grande para esos cuentos. Tres tipos de cuentos se recogen a lo largo del libro: mitos, cuentos antiguos y cuentos nuevos, y siempre buscando en la memoria de la tradición vasca. “Si es verdad o mentira, corre hasta el claro del bosque y mira”.

Y así llegamos al final de la historia en la que, para no perder la línea lectora también podremos ver dos finales: el triste y el feliz.

No es fácil solucionar un libro como lo ha sabido hacer Patxi Zubizarreta; pero la experiencia del autor, ganador de varios premios de LIJ, lo ha resuelto de una manera extraordinaria y sin necesidad de usar difíciles fórmulas mágicas, ni colegios ingleses, ni profesores de alta magia; no, el mérito está en haber sabido emplear lo cotidiano, lo no extraordinario y mezclarlo con lo popular y tradicional perdido en la memoria de los tiempos, recuperándolo. Refrescarnos la memoria con todos esos personajes de las sagas vascas, de los campesinos en los perdidos caseríos y alinearlos, sin mezclarlos, con la sociedad actual y sus distintas facetas: la soledad de los ancianos, los seres depravados que raptan y matan, la prensa, la policía, la escuela… Todo esto es un mérito que hay que resaltar.

Y si el texto tiene una gran calidad, no le van a la zaga las ilustraciones de la ya consagrada Elena Odriozola, también ganadora de diversos premios. Con el estilo que la caracteriza, con colores suaves, pero potentes cuando se necesitan, han sabido resolver de manera muy eficaz toda la secuencia de diferentes situaciones que se van dando a lo largo de la narración. Son ilustraciones llenas de una gran sensibilidad que ha sabido expresar la magia de cada instante y que, en algún momento, son casi minimalistas como la ilustración para el cuento “La Pamiela de la casa y el camino” (pág. 165) en la que demuestra una gran sutileza y finura, con esa línea azul y la pequeña casa al fondo. Como ella bien ha dicho en alguna declaración: “pretende conseguir expresar todo con lo mínimo”. Y a fe que lo consigue.

La suavidad difuminada de la acuarela en unas, contrasta el trazo fino de la tinta en otras. La imagen de los personajes habla por sí sola de cómo es cada uno de ellos. Ese señor Terror que llena la página o esas dos amigas fundidas en un abrazo son sólo algunas de las muestras de las magníficas imágenes de este libro del que la ilustradora ha sabido interpretar el texto y darle sus matices personales, pues como ella misma dice: “Ilustrar consiste en interpretar un texto. Es decir, después de leerlo, hay que plasmar en imágenes lo que tú sientes. Aunque no es suficiente con dibujar lo que aparece en el texto, hay que ir más lejos. Hay que usar la imaginación, necesariamente. El texto te dice qué tienes que dibujar” (Irutxuloko Hitza, 3 de julio de 2006).

Anaya ha apostado por este libro y lo ha hecho escogiendo muy bien al autor y a la ilustradora; pero todo quedaría deslucido si la edición no respondiera a la categoría de los autores y eso lo ha tenido muy en cuenta, gracias a la edición en tapa dura, con una llamativa portada y una tipografía excelente, en la que quedan claramente diferenciadas las distintas tipologías textuales: narración argumental, cuentos, poemas y canciones populares. Todo ello ayudado por el color, rojo caldero, para poemas y canciones.

Y como todos los cuentos tienen un final, queremos acabar con alguno de los finales que nuestra ya querida bruja Graciana dice al acabar un cuento: “Si es verdad o es mentira, corre hasta el pozo del bosque y mira”.